Hoy toca ruta en pleno corazón del Bierzo Alto. Nos vamos al Pozo de las Ollas partiendo del pueblo de San Facundo.
Esta ruta puedes encontrarla mejor descrita en el estupendo libro «El Bierzo, 50 rutas a pie» de Editorial Calecha. Puede comprarse aquí.
Para llegar hasta San Facundo hay que ir por la A-6 y tomar la salida 364 si se viene desde Astorga o la 366 si se viene desde Ponferrada. Después, atravesamos Las Ventas de Albares en dirección a Torre del Bierzo abandonando esta carretera en un par de kilómetros siguiendo la indicación del cartel que nos señala el destino.
San Facundo es un pequeño pueblo ubicado en un valle minero.
Cuando lleguemos al pueblo dejaremos el coche en el parking que hay a la entrada frente a la zona de baño.
San Facundo – Pozo de las Ollas – Poibueno – Matavenero – San Facundo
Distancia | 11 kms. |
Desnivel | 400 metros |
Dificultad | Media-Baja |
Punto más bajo | 753 metros |
Punto más alto | 1.036 metros |
En San Facundo cruzaremos el puente hasta que nos topemos con una casa. El lateral de dicha casa es un mural que describe la ruta:
Tomaremos la calle de la izquierda y no queda más que continuar hasta que la calle se convierta en pista y la pista en sendero tras atravesar un puente sobre el río Argutorio que va acompoñándonos durante la mayor parte del trayecto. El camino está señalizado. La señalización en su mayoría podría atribuirse a los habitantes del pueblo abandonado de Matavenero. Actualmente un poblado hippy en la teoría. La ruta está marcada con dibujos del arco iris, o con lunas, por ejemplo.
En los primeros kilómetros se asciende por la ladera izquierda del cañón hasta que llegamos a la altura de la presa. A partir de ese momento se empieza a bajar de nuevo penetrando en un denso bosque en el que ocasiones apenas deja entrar la luz.
Durante el camino nos encontramos varios puntos a destacar. El primero de ellos es un bonito puente artesanal sobre el río de mal recuerdo para el que escribe pues fue atacado por una avispa que hizo que al día siguiente tuviera que ir a urgencías por la hinchazón que le produjo en la pierna. Probablemente fui yo el que primero ataque, en forma de toque con la pierna, el avispero.
Un poco más adelante, ya con el río a nuestra derecha y superados los problemas con las avispas, nos encontramos con la Fuente el Humeral, precioso regato por donde fluye el agua, lleno de vegatación.
Tras pasar El Humeral, aparece una bifurcación. La izquierda nos llevará hasta el Pozo de las Ollas y la derecha hasta Matavenero, este segundo será nuestro camino de regreso. Ahora tomamos la senda de la izquierda.
Tras la bifurcación el siguiente paso será encontrarnos con el Puente Las Cabras.
Como se ve, la mayor parte del itinerario transcurre entre esta vegetación exubertante hasta llegar al Pozo de las Ollas. Que es un conjunto de dos pozas encañonadas unidas por una cascada. Eso lo que se ve, pero intuyo que el conjunto es mucho mayor.
Es difícil y muy peligroso llegar a pie hasta las pozas por este itinerario. Si bien sé que la juventud de Bembibre y demás pueblos cercanos llegaba hasta aquí y se daba buenos baños, aunque debido a lo peligroso que resultaba dicho baño lo hacía agarrando todo el tiempo una larga cuerda. Por lo menos eso hacían las personas que me lo han contado.
En cuanto a la flora que nos encontramos podemos hablar de castaños, abedules, avellanos, encina, roble y majuelo en su mayoría. El bosque bajo formado por escobas, urces y helechos. En definitiva, ¡un espectáculo!
En cuando a fauna lo que pudimos observar es nada. Aunque sí, infinidad de rastros de corzo y de jabalí. Además allí habita el zorro, el lobo, la nutria y diversas aves rapaces y arrendajos. Es el oso el que de vez en cuando hace alguna visita ocasional. Aunque cada vez más.
Aquí podríamos darnos la vuelta y regresar por el mismo camino. Pero continuamos hasta Poibueno, o mejor dicho hasta lo que queda de él. No nos llevará más de 15 minutos desde el Pozo de las Ollas. Poibueno es un pueblo abandonado, ahora habitado por hippies.
En Poibueno se cruza el río por el puente que hay y ya estamos en dirección a Matavenero. Habrá que subir hata la peña en la que se encuentra. Matavenero, al igual que Poibueno es un pueblo habitado por los llamados hippies. Tras una vuelta por allí, nos dirigimos de nuevo hacia San Facundo.
Hay un cartel que indica el camino, no tiene complicación. Descender de Matavenero es placentero, se atraviesa un denso bosque formado por castaños, abedules, servales, alisos, encinas, majuelos y robles. Las vistas son bonitas:
Desde allí solo queda seguir bajando hasta encontrarnos de nuevo con el camino de ida que en este caso nos lleva de vuelta a San Facundo.
A la vuelta, por le época que era y el día que hacía, nos dimos un frío baño en la zona habilitada para ello en San Facundo.
Respeta cada cosa por donde pases. Que todo quede igual que antes de tu llegada.
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