(por Adelino Álvarez Rodríguez)
«Me pregunta bastante gente, lugareños y forasteros, si ese pueblecito situado en el límite meridional del Bierzo debe llamarse Peñalba, Santiago de Peñalba o Peñalba de Santiago, porque con frecuencia las tres distintas maneras de referirse a él crean problemas a los conductores no familiarizados con el lugar.
La respuesta es muy sencilla: Antes de la fundación de la iglesia y monasterio en los primeros decenios del siglo X, el nombre del paraje era en latín Pinna Alba, que evolucionó en romance a Peña Alba y después Peñalba, que significa ‘Peña Blanca’. El nombre hace referencia al largo cordón meridional de rocas que se extiende desde el Cueto (por el Oriente) hasta la Era de la Peña (por el Poniente).
En este bello paraje construyó Genadio un pequeño cenobio con su iglesia dedicado al apóstol Santiago; con lo que la denominación formal de ese espacio pasó a ser Santiago de Peñalba (en latín, Sanctus Jacobus de Pinna Alba). Aunque este es el único nombre utilizado en la documentación medieval y clásica, podemos pensar que en el uso oral e informal se siguiera usando la primitiva denominación: Peñalba; por lo que los dos nombres son correctos, aunque pertenezcan a distintos registros.
La tercera denominación, Peñalba de Santiago, es de los últimos tiempos, sin que podamos precisar todavía el siglo y menos el año en que se introdujo. Probablemente surgió en el ámbito de la administración municipal (ayuntamiento) o provincial, y se debería a algún administrativo poco conocedor de la historia y no demasiado cuidadoso. Por desgracia, esta última denominación aparece frecuentemente en los indicadores viales alternando con las anteriores y generando confusión y perplejidad en muchos viajeros. Lo procedente sería olvidarse de esta tardía denominación y usar siempre la primitiva y genuina: Santiago de Peñalba.»