«Laciana, Territorio Comanche» es el título de un reportaje emitido en TVE dentro del espacio «El Escarabajo Verde».
En él se aborda la problemática de la continuación de las explotaciones mineras al aire libre en detrimento de la conservación del entorno de Laciana y Babia.
Mi intención con este blog no es escribir acerca de estos temas, pero a pesar de haber empezado hoy y sin una ruta puesta, haré una excepción y hablaré de este reportaje pues lo considero necesario.
En el reportaje «Laciana, territorio comanche» se habla de Victorino Alonso, empresario de la zona y propietario de minas (Minerosiderúrgica de Ponferrada – MSP, entre otras). La verdad es que en el reportaje no sale bien parado ya que algunos métodos que a veces utiliza son propios de la saga de «El Padrino». Se ve la recepción que hace a la gente de Filón Verde cuando se acerca a una de las explotaciones.
Laciana es una zona privilegiada, está situada al norte de la provincia de León, limita con Asturias y se sitúa próxima a Galicia. Cuenta con un entorno natural envidiable y con una riqueza de flora y fauna casi única en la península. Las especias más emblemáticas que la habitan son el oso pardo y el urogallo. Ambas especies en claro peligro de extinción. Quedan unos pocos, hay que protegerlos y con inicitivas tan devastadoras del entorno como estas explotaciones mineras tienen poco futuro.
Es cierto que se entra en el dilema social del trabajo para las gentes de la zona en detrimento del entorno natural y viceversa. Creo que el problema es que estas explotaciones mineras son pan para hoy y hambre para mañana.
Crecer de forma sostenible con el entorno, protegiéndolo y desarrollando actividades que se sirvan de él sin estropearlo podría ser una solución de cara al futuro. Una herencia real para los actuales y futuros pobladores de la zona. Villablino y sus alrededores podrían vivir de ese magnífico y único entorno. ¿Es mejor emplear la subvenciones en la mina o en la generación de una serie de actividades económicas acordes con la naturaleza que permita desarrollar la zona de otra manera?
Está claro que esta decisión debe tomarse. Y tarde o temprano la mina se acabará, ¿qué quedará? un entorno devastado por la misma y algunos bolsillos llenos de gente que no vive en la zona. Si esto llegara a suceder a lo mejor sería tarde para tratar de vivir a costa del privilegiado entorno, pues quedaría poco de él. Actualmente, a pesar de las marcadas huellas que han dejado por allí las explotaciones mineras, sigue siendo un conjunto digno de protección especial.
Seguro que hay opiniones para todo, cada uno tendrá la suya. La mía os la acabo de contar.