Este año le he dedicado mucho tiempo a una de las aves más bellas que nidifican en España. El abejaruco llegó a esta zona a principios de mayo con sus picos y plumaje impolutos. Es un ave que se mire por donde se mire es bonita. Si es bonita por delante…
Por detrás lo es mucho más. Dicen que tiene todos los colores, y que el único que no tiene su plumaje lo tiene en el ojo.
Son buenos posadores para las fotos, no tiene lado malo. No solo por sus vistosos colores sino porque se posan una rama y están largo rato. Solo suelen abandonarla para ir a cazar.
Con sus ágiles vuelos salen detrás de un insecto, grande si es posible, atrapándolo en segundos. Verlos volar es una placer.
Algunos, como el de las siguiente fotografía, se muestran agresivos. Compiten por el posadero. Al ser un ave sociable, y vivir en colonias, deben repartirse los posaderos, como con todo, los hay más tolerantes y menos tolerantes con el vecino de posadero.
Espero no aburriros con las fotos. A mí, esos colores que tienen me dejan absorto.
En la segunda quincena de mayo, y a principios de junio, por esta zona se produjeron las cópulas. Esto es algo tarde en comparación con el resto de España. Aquí, tan al norte, va todo más tarde. Las cópulas, habitualmente, suelen ser sobre una rama pero también las he visto en el suelo. La cópula se produce tras una serie de ofrendas culinarias que le hace el macho a la hembra. Tras esto el macho comienza a acercarse, si la hembra no se aparta se acabará subiendo encima para copular. No suelen durar más de un minuto.
Otra toma de un nueva pareja. Fijaos cómo sus plumas parecen verdes o azules según la luz que reciban.
Aquí os dejo con unos vídeos:
Y aquí el segundo.
Espero que os haya gustado. Hasta otro día.