De igual manera que ocurre con el gorrión común, este pájaro, tan frecuente en nuestros cielos en los últimos tiempos, pasa a nuestros ojos desapercibido por común y poco llamativo, pero hay veces que uno le pilla su lado más fotogénico.
En las ciudades es frecuente ver al atardecer a los estorninos en grandes bandos haciendo «quiebros» en masa en los cielos antes de tomar sus posaderos para pasar la noche armando un gran bullicio. Estos estorninos que hoy os enseño se trata de una pareja que tiene su nido en un antiguo nido de abejaruco. Es por ello que comparte espacio con toda una colonia de abejarucos.
La convivencia entre ellos es pacífica ocupando a menudo y de forma simultánea los mismos posaderos. En general no hay disputas por los mismo. Lástima no poder ofreceros una foto conjunta.
Observo las idas y venidas que hace la pareja al nido en pro de sacar adelante a sus polluelos, no sé el número que habrá de ellos, pues desde la posición observadora que tengo no veo el nido. Trabajan sin descanso, en una de las sesiones observándolos cayó un buen chaparrón.
En esta época sienten predilección por las cerezas.
En cuanto la urraca les ve con la cereza empieza a ponerles nerviosos. En la siguiente fotografía, la mancha negra es un nido de abejaruco en la pared de tierra. El del estornino es similar, pues, como comentaba antes han nidificado en un antiguo nido de abejaruco.
Y para acabar os dejo con unos vídeos. Es de destacar que en un determinado momento el estornino está sumamente nervioso. Pues una urraca merodeadora trataba de quitar su tesoro en forma de cereza acosándole una y otra vez intentando que el estornino soltara la cereza. El estornino se mantenía a distancia, y la urraca no llegaba al contacto físico.
Aquí está el vídeo comentado:
Y aquí vienen otro. En éste se ve a la pareja de estorninos que, con mucho esfuerzo, sacó adelante a los pollos a pesar de la urraca:
Por último, en el próximo vídeo puede verse a un estornino esponjándose, algo típico de este pájaro.