Ancares nunca defrauda, y una ruta como la que describo hoy mucho menos. En ella se ven rincones de Ancares menos conocidos y otros muy conocidos desde otros puntos de vista sin duda atractivos. En aquel día fui acompañado de Víctor Alón y Jacin.
Subimos la que es, en mi opinión, la montaña más bonita de Ancares: Campanario. La ruta parte de Tejedo de Ancares, aunque, siendo más concreto, parte de un camino que sale a la izquierda de la carretera según se sube al puerto y que encontraremos antes de llegar a la ermita de la Magdalena (hay un cartel que pone «Braña de Pereda»). Si bien, éste es solo un comienzo, porque puede accederse a esta ruta desde el puente de Tejedo, desde Pereda, o incluso desde Candín en lo que será una aproximación en los primeros kilómetros por terreno prácticamente llano. Es decir, se podrá llegar a la cima del Cuiña desde Candín sin problemas.
Tejedo de Ancares – Braña de Pereda de Ancares – Escamelao – Campanario – Cuiña – Pozo Ferreira – Alto de Balouta (o Puerto de Ancares)
Justo aquí:
El camino hasta llegar a la Braña de Pereda está descrito en este blog aquí. Es igual salvo que en el enlace se parte de Pereda de Ancares, y aquí desde Tejedo, pero al final los caminos se unen. Se sube a través del precioso bosque Mortal de Galegos. Formado por jóvenes robles en su mayoría que crecen ante la mirada de árboles más veteranos de mayor tamaño como otros robles, castaños, acebos, abedules, etc. En poco más de una hora de empinada subida se llega a la braña. La braña cuenta con un refugio bien acondicionado al estilo de Ancares.
Desde allí hay que seguir el camino que se prolonga y luego tomar un sendero que sale a la izquierda y que sube casi en línea recta a través de un robledal. Es una subida corta, pero empinada. Ahí vimos que había señalizado un camino con hitos y valizas. Buscando en la red he visto que va a celebrarse una carrera de montaña, la Ancares3Trails, que pasa por allí. Decidimos tomar ese camino recién desbrozado que tras unos metros gira a la izquierda, así lo conoceríamos. En mi opinión, aunque más largo, es mejor el camino que continua, y que luego gira a la derecha para cruzar un canchal a ese mismo lado. ¿Por qué es mejor? La subida será más larga (poco más), pero menos explosiva, y en segundo lugar veremos mejor el precioso valle de Ancares, tendremos una vista poco frecuente de Campanario y otra vista de privilegio hacia la braña de la Bustiella, situada en el valle que sube desde Tejedo de Ancares al Miravalles. Ya sabéis, cada uno que elija la que quiera. Yo después de haber recorrido ambas elijo el camino de la derecha y no la marcada por la prueba de montaña.
El caso es que seguimos el camino de la izquierda esta vez. Te aproxima a las bonitas peñas del Escamelao para dar salida a la cuerda lateral casi en la cima del monte. Pronto tomaremos la cuerda principal.
Una vez alcanzada la cuerda principal las vistas comienzan a ser importantes. Aparecen Cuiña (1.987 m.) y Campanario (1.905 m. y 1.906 m.) que esta vez aparecen bajo esas juguetonas nubes.
Seguimos cuerda en dirección a Campanario. Este pico frecuentemente es llamado Dos Hermanitos, es un error. El nombre real y de siempre es Campanario. A sus pies los bosques del Mortal de Galegos comienzan a tomar colores otoñales. Los abedules están amarillos y los capudres (serbales), rojos.
Es el abedul un árbol que es el primero que empieza a amarillear en la zona pero es el último que pierde la hoja.
La vista a nuestra izquierda da hacia los maravillosos valles de Burbia. Vemos los canales de Las Antiguas. Son canales romanos pertenecientes a la explotación minera de Reconquiños, nombres que oí de boca de uno de Candín hace ya 4 años en la cima de Catoute. La antigua explotación romana está situada a los pies de la caseta de Llourantín (apreciable a la izquierda en la siguiente foto). Ese camino que se ve en la foto son los canales. Nos llevarán hasta Burbia si los seguimos.
Seguimos caminando. El día es extraordinario. Los colosos de la zona están ante nosotros. A nuestra izquierda se elevan Mostallar, Peñalonga, Cuiña y Campanario. Qué bonitos están. Desde aquí Mostallar es una pirámide perfecta. Se aprecia el gran desnivel que existe entre Campanario y las Murias. Mucha verticalidad.
De izquierda a derecha: Mostallar (1.934, Penalonga (1.881 m.), Cuiña (1.987 m.) y Campanario (1.906 m. y 1.905 m.)
Al otro lado: Miravalles (1.969 m.) con el valle del río Miravalles y en el centro de la foto, al fondo, el Cerro de la Pesca (1.864 m.). Ese valle que veis al fondo merece la pena recorrerlo en cualquier estación del año.
Allí abajo sigue fiel a nuestros pasos el Mortal de Galegos.
Más allá, a los pies del Campanario, veremos su laguna, ahora sin agua. Al igual que la práctica totalidad de picos de Ancares que tienen una o más de una pequeña laguna en sus faldas, Campanario también la tiene. Una vez un pastor me dijo su nombre, pero mi memoria no lo ha retenido. Antes no anotaba lo que ahora sí anoto.
Antes de acometer la subida final a Campanario, nos detenemos. Mostallar, Cuerno Maldito, Tres Obispos, Peñarrubia, etc. El espectáculo es soberbio:
Y ahora viene un tramo en el que habrá que tener mucho cuidado. No es apto para cualquiera, pudiendo suponer un quebradero de cabeza para más de uno el elegir la vía más adecuada para llegar a las cumbres gemelas de Campanario. El itinerario que seguimos es el que está pintado en la foto. Pero si no se quiere arriesgar hay un camino, el de los canales romanos que antes comentaba, que pasa más abajo, tampoco es que sea muy bueno, pero sí menos peligroso. Si se sigue dicho camino, cosa que nosotros no hicimos, habrá que perder altura.
No es un camino fácil, habrá algún paso expuesto, con caídas importantes. No es apto para personas con vértigo, ni este lado, ni, sobre todo, la cara norte. Hay que extremar la precaución.
Ahora vemos buena extensión de los valles de Burbia. Ahí están Vedual y Campo Longo flanqueando el Valle de Vilouso que se intuye. Antes, el Valle de la Grandela, el de las Murias y el de la Braña del Abedul.
Llegamos al tramo que se sitúa entre Cuiña y Campanario, ahora habrá que ir en dirección contraria para subir los últimos metros de Campanario. Ahí abajo, se extiende inmenso el bosque insignia del Valle de Ancares: el Mortal del Oso.
Desde la cima de Campanario puede apreciarse la talla de Cuiña, aquí es la montaña que más destaca, empequeñeciendo incluso al Mostallar.
Y ahora, foto de mis acompañantes de la jornada.
Tampoco serán fáciles los primeros metros de bajada de Campanario. Habrá lugares que produzcan vértigo, hay paredes completamente verticales de muchos metros de altura. Es un espectáculo muy bonito.
Desde aquí hay que ir camino del Cuiña por la cuerda. Pasaremos por las Peñas Apañadas que están sobre el Pozo Ferreira.
Subimos Cuiña, y bajamos por lado norte hacia el Pozo Ferreira. Comemos, descansamos y tomamos algunas fotos del pozo.
Desde el pozo, para volver no es más que seguir los hitos, nosotros fuimos por abajo, es decir por el refugio que hay. Puede irse por arriba pasando por el Brañutín (1.886 m.), poco más se tarda y se tendrán mejores vistas pues en días claros se divisará hasta la ciudad de Lugo. Desde allí hay que bordear por la izquierda la falda de La Venera (1.813 m.), aunque si os encontráis con ganas os recomiendo subirla, es muy poco y os sorprenderéis con los tajos que tiene.
A ambos lados del Pico de la Venera hay bosques, es un entorno precioso.
Y no hay más que llegar al Puerto de Ancares o Alto de Balouta que es como lo llaman los del lugar. Aquí necesariamente habremos tenido que dejar otro vehículo, aunque también puede bajarse andando hasta el punto de partida. La opción más sencilla es ir por la carretera, así no nos confundiremos. Si bien, existe la posibilidad de bajar cruzando el bosque. Muy atrevido sería si antes de llegar a la Venera tomáramos la decisión de bajar a lo bruto por el lado derecho, difícil pero se puede. La segunda opción más razonable sería comenzar andando por la carretera y en la segunda curva de herradura tomar el camino que sale de ahí. Hace unos dos años que no lo hago, la última vez había bastante maleza y mucho me temo que ahora esté peor.
En total son 13 kilómetros donde se salva un desnivel importante en los primeros kilómetros de 800 metros para después seguir subiendo ya de forma más gradual. Aquí está el itinerario seguido de forma aproximada.
Hasta otro día.