Hay veces que uno se queda sorprendido al ver especies en zonas en las que, en teoría, no deben presentarse. Pero la naturaleza y sus especies siempre dan la sorpresa para alegría del que gusta de ella.
La carraca es un ave de mediano tamaño, que llama la atención a cualquiera que la ve. Su plumaje presenta varios azules muy llamativos. La mayor parte es azul turquesa, algo que ninguna otra ave en España tiene. Otra peculiaridad por la que destaca es que, según un estudio reciente titulado «Las carracas huelen el miedo de sus polluelos» ( D. Parejo, L. Amo, J. Rodríguez and J. M. Avilés, 2012; «Rollers smell the fear of nestlings«), los pollos, para defenderse, escupen ácidos del estómago para hacerse menos atractivos a los depredadores que les acosan. A su vez el olor de dicha secreción atrae a sus progenitores alertados por el miedo de los pollos.
Llega a España procedente de África en la época cálida para retornar cuando aquí se ponen frías las cosas. Lo extraño es que suba hasta el occidente de la provincia de León, y más hasta su montaña, pues estaba a más de 1.100 metros de altitud. El entorno eran prados para ganado, zonas boscosas, un río, y peñas típicas de la montaña. Muy bonito todo, pero, muy a mi pesar, lo más natural que utilizaba de posadero era un viejo poste telefónico. Compartía territorio con una colonia bastante grande de alcaudón dorsirrojo (hasta 23 individuos), algo que llama la atención, pues la carraca es un ave típica del sur y el alcaudón dorsirrojo del norte. Llegué a verles posados a menos de un metro una del otro pero sin oportunidad de fotografiarlo, una pena porque todavía me acuerdo de qué foto tan cuirosa hubiera sacado. Hay algunas otras citas de carraca en la provincia de León, aunque escasas y siempre en la parte oriental y en el sur.
Las fechas en las que tuvieron lugar las observaciones fueron en la última semana de agosto de este año. Si, en principio, más al norte no hay individuos puede pensarse que la carraca se haya establecido en la zona y no estuviera de paso en su viaje de regreso sino a punto de partir. Aunque puede ser fruto de cualquier otro detalle que se me escapa. El año que viene observaré a ver si vuelvo a verla.
Para acabar os dejo con un vídeo de la misma.
Hasta otro día.