Nos vamos hasta un lugar especial. Vamos hasta Piedralaves, uno de los más bonitos pueblos del Valle del Tiétar situado en la cara sur de la Sierra de Gredos. Desde la Presa del Horcajo, ubicada algo más arriba que el pueblo, subiremos al pico de Lanchamala en ruta circular.
Presa del Horcajo (Piedralaves) – Pozo de la Nieve – Portacho de la Serradilla (1.855 m.) – La Serradilla (2.002 m.) – Lanchamala (1.994 m.) – Puerto de Navaluenga (1.797 m.) – Collado Pozo (1.451 m.) – Fuente de los Hornillos – Era de los Collados – Presa del Horcajo (Piedralaves)
Distancia | 21 kms (circular) |
Desnivel | 1.244 metros |
Dificultad | Media-alta |
Punto más bajo | 1.007 metros |
Punto más alto | 2.002 metros |
Aparcaremos el coche junto al dique de la Presa del Horcajo. Podéis consultar la posición aquí.
La presa del Horcajo es un lugar precioso además de muy fotogénico.
Disfrutaremos de sus magníficas vistas hacia las montañas que rodean a la masa de agua.
Desde el aparcamiento cruzaremos el dique. En el otro extremo del mismo encontraremos un cartel amarillo que ofrece datos de la subida hasta el Portacho de la Serradilla. Deberemos tomar el sendero que hay detrás del cartel que sube en fuerte ascenso. A partir de ahí está todo el camino marcado con hitos hasta el Portacho.
Si miramos hacia atrás según vamos subiendo ganamos perspectiva para contemplar la belleza del entorno en el que nos encontramos. Allá abajo luce la presa del Horcajo. Una pasada.
El primer tramo, hasta el Pozo de la Nieve, transcurre entre densa vegetación recordando a bosques del norte de España. Habrá praderas y grandes robles.
El Pozo de la Nieve (no confundir con el que está sobre el Castañar de El Tiemblo) es un lugar singular.
Se trata de un pozo de cierta profundidad por lo que habrá que tener cuidado de no caerse. Se utilizaba para recoger nieve que luego tras compactarla servía de reserva de hielo para la zona. Es decir se utilizaba como «fábrica de hielo».
A partir de ahí saldremos a una de las praderas más grandes y bonitas que encontraremos en la ruta.
Será frecuente encontrar ganado en este paraje.
Disfrutaremos de unas vistas hacia el Valle del Tiétar de impresión.
Después de la pradera habrá que seguir en ascenso. Tendremos que fijarnos en los hitos.
Enfilamos hacia dos pequeñas montañas: Cerro del Enebro y Cerro Sarnosa (ambos miradores de excepción) que en esta ocasión no subiremos (pero prometemos descripción de ruta circular por ambos próximamente) sino pasaremos entre ellos.
Justo al pasar, las vistas se multiplicarán. Por un lado veremos toda la zona de Majacanchal hacia el pueblo de Casavieja,
Y por otro lado veremos la garganta que baja desde el Portacho de la Serradilla hasta el pueblo de La Adrada.
Y la línea de montañas que nos que por recorrer.
Seguiremos caminando por el sendero. Ahora, ya en zona sin árboles o de enebros aislados, vamos sobre la garganta y hacia el Portacho de la Serradilla.
Previamente nos encontramos con una serie de bonitos prados atravesados por el río recién nacido que forma algún que otro bonito salto.
Tras más de dos horas caminando habremos superado más de 900 metros de desnivel. Hemos llegado al Portacho de la Serradilla.
El Portacho no es más que una puerta en un vallado que divide la línea de montañas longitudinalmente de forma que separa el Valle del Tiétar del Valle del Alberche.
La Serradilla es la primera cima que pisaremos. Menos conocida que Lanchamala a pesar de que la primera supera los 2.000 metros y la segunda no. Desde el Portacho de la Serradilla hasta la cima de la Serradilla llega uno de los puntos más complicados de la ruta. Tenemos que seguir la cresta de la montaña en sentido este. No hay camino, hay mucho piorno (escoba) y no está bien. No obstante trataremos de ir por zonas más peladas que iremos encontrando. Hacemos cumbre.
La vista más inmensa es hacia el oeste donde disfrutamos del Cabezo y más allá del Circo de Gredos.
Pero nosotros no tenemos que ir en esa dirección sino en dirección este al encuentro con Lanchamala.
Seguimos para hacer cima en Lanchamala. En otra ocasión un pastor de la Piedralaves me dijo que el pico Lanchamala es llamado así en los mapas y al otro lado, es decir, en Navaluenga, pero no en este lado. Aquí se llama Alto de la Bandera. Vemos que en el mapa, muy próximo a Lanchamala se encuentra el Risco de la Bandera con una cota de 1.929 m.. A nosotros nos queda la duda de cómo se llama realmente.
Las vistas son mejores desde este pico. Disfrutamos de vistas muy amplias hacia el Valle del Alberche:
Valle del Tiétar:
y también hacia las cumbres más altas de la Sierra de Gredos que antes ya os hemos mostrado.
Desde Lanchamala hasta el Puerto de Navaluenga hay un buen trecho. Además, no habrá época buena para acometerlo. En verano, las altas temperaturas nos castigarán en exceso y fuera de esta época, el fuerte viento permanente que impera en la cresta de esta sierra hará de nuestra misión una agonía. Ladearse hacía el lado del Valle del Alberche hará más grata nuestra travesía. Tomad nota, será finales de mayo, primeros de junio o septiembre la época ideal para acometer esta ruta.
No obstante, las vistas y el paraje merecerán mucho la pena. Hay gran diversidad de aves que hará disfrutar mucho a los aficionados a la ornitología.
Y otro detalle importante: en este camino, el primer grupo de peñas que nos encontremos habrá que rodearlo por el sur, en cambio, el segundo grupo de peñas, más prominente, necesariamente habrá de sortearse por el lado norte. Esas segundas peñas pertenecen a un pico llamado La Errencilla (1.964 m,). Cuidado, es un punto delicado. Podemos perdernos e ir a parar a lugares que pueden resultar peligrosos.
El puerto de Navaluenga es un lugar de paso tradicional de personas y ganado. Constituye uno de los pasos naturales entre el Valle del Tiétar y el Valle del Alberche a la altura de los pueblos de La Adrada y Piedralaves en el sur y Navaluenga en el norte.
Tras cruzar el Puerto de Navaluenga desde el Valle del Alberche al Valle del Tiétar vemos disfrutaremos de nuevas vistas hacia éste. Siempre bonitas:
Nos queda descender por un empinado camino que nos pondrá en el Collado Pozo.
Uno de los premios del día será poder disfrutar de algunos ejemplares de pino de gran porte que han sido deformados por los constantes vientos que azotan esta zona a esta altura. Por su forma parecen bonsais pero de tamaño gigante. Pinchad para ampliar la siguiente galería. Merece la pena contemplar este hermoso ejemplar con La Adrada y el Valle del Tiétar al fondo.
En el Collado Pozo tendremos dos opciones:
Es una fuente que suele tener agua en todas las épocas del año. Una vez en la fuente, seguiremos camino de descenso hasta encontrar la pista. Hasta la pista está marcado con hitos.
Una vez que lleguemos a la pista salen dos direcciones. Una nos llevará a Piedralaves y la otra a La Adrada. La correcta será la que sale en dirección sur, descartando la que sale en dirección este que nos llevaría hasta La Adrada (camino también bonito e interesante) en sentido opuesto a donde hemos situado el coche.
A partir de aquí, el camino, en nuestra opinión, es precioso.
Como la Pradera de la Joya, uno de los lugares más fotogénicos de La Adrada. Una muestra de fotos del paraje en diferentes épocas:
Si bien es posible que el cansancio que podemos tener debido a los kilómetros acumulados nos haga no valorar en su medida lo que observemos. Enseguida llegaremos a la Era de los Collados. Los pinares y robledales son sumamente bellos por aquí.
El primer cruce de caminos que nos encontraremos está en el bonito paraje de la Era de los Collados.
Si no estoy confundido divide los términos de La Adrada y Piedralaves.
Una maravilla:
En la Era de los Collados seguiremos dirección oeste tomando la pista que baja a nuestra derecha. Si tomamos la de la izquierda iremos a parajes bonitos pero al final se acabará la pista después de unos cuantos kilómetros.
A partir de aquí se suceden los parajes: la Angostura, los Manaderos, Piviana, etc.
Es una pista, pero pocas pistas tan hermosas hay como ésta.
Posiblemente es la pista más bonita que hemos recorrido. La siguiente imagen es de otra ocasión. Además de la ocasión que más me he mojado en la montaña.
No debemos abandonar esta pista principal. Siempre debemos tomar el camino de la derecha cuando haya varias opciones. Recordad que es ir bordeando la montaña hasta que aparezca de nuevo la presa del Horcajo.
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Respeta cada cosa por donde pases. Que todo quede igual que antes de tu llegada.