Volvemos de nuevo a Burbia, uno de los enclaves naturales más importantes de la zona noroeste de España. La ruta que hoy describo la realicé el pasado 21 de julio de 2013. Parte de esta ruta ya está descrita anteriormente en la entrada «Al Mostallar desde Burbia«, ahora la diferencia es que se suben algunas cumbres más.
En aquel día los compañeros de ruta fueron Juan Miguel y Tere (Ojolince y Sra.) junto con Sergio, Noelia y Kike (Montaña y Cicloturismo). Grandes montañeros y grandes conocedores de la naturaleza.
Burbia (900 m.) – Valle de la Grandela – Braña del Mostallar – Mallada del Mostallar (1.699 m.) – Mostallar (1.935 m.) – Pico Lagos (1.866 m.) – Pico Charcas (1.849 m.) – Cuerno Maldito (1.859 m.) – Lagos de Vilouso – Valle de Vilouso – Burbia (900 m.)
Distancia | 20,6 kms |
Desnivel | 1.448 metros |
Dificultad | Media-alta |
Punto más bajo | 880 metros |
Punto más alto | 1.935 metros |
Son casi 21 kilómetros con un desnivel acumulado de 1.448 m. La hicimos en unas 10 horas con parada a comer y diversas paradas para observar detalladamente el entorno. Podría hacerse en 7 u 8 horas.
Justo aquí:
Según tomamos el camino en el pico del pueblo no tiene complicación. Es seguir el camino que marcan los carteles. Nos dirigimos por el Valle de la Grandela hacia la Braña del Mostallar.
Es a partir del cruce del río que baja por el valle principal cuando el robledal está más bonito. Se trata de un robledal de árboles relativamente jóvenes que descansan sobre alfombras verdes formadas por helechos y arandaneras. Aquí podéis ver una foto de otra ocasión en la que había mejor luz para la fotografía. Soy un enamorado de ese tramo, al que se le llama el bosque del Reventón.
El tupido bosque deja, de forma ocasional, ver las paredes verticales que nos acompañan por nuestro lado izquierdo. Primero las impresionantes peñas de los Bodegois (1.719 m.) con grandes paredes verticales nos asombran.
Después, ya en la maltrecha braña del Mostallar vemos las formaciones picudas del Mostallar (1.935 m.) solo apreciables desde aquí. Pues desde algo más elevado la montaña se presenta como un mole pétrea en la que no destaca ninguna punta. Si queréis ver cómo se ve desde el Cuiña pinchad aquí.
La braña del Mostallar es un rincón precioso. Se tiene vista hacia las moles pétreas del Mostallar y las peñas que lo preceden, los Bodegois. Desde ahí se ha abierto una nueva senda para ir hacia el Cuiña sin pasar por Penalonga, ahora se hace a través de la Braña de los Correlos.
La braña del Mostallar está rodeada de árboles de la especie sorbus aria. También llamado serbal blanco o mostajo. Por esta zona se le conoce con el nombre de mostellar. Así que nos podemos hacer una idea de dónde procede el nombre de este paraje. Un sorbus aria o un grupo de ellos, sería un mostellar. Así, la braña rodeada de estos árboles sería la braña del Mostellar. Lo que no sé es si la braña dio nombre al pico o el pico a la braña. Me inclino más por la primera opción.
Así el pico recibe diversos nombres todos procedentes de una misma raíz: Mostallar, Mostellar, Mustellar, Mustallar, Mostayal, Mostachal, que no deja de ser todo el mismo nombre dicho de diversas formas.
En Galicia se suele utiliza el topónimo de Mustallar (incluso Mustellar) para referirse a esta montaña. Quizá sea más adecuado con «u» que con «o» como se utiliza en León: Mostallar. Aunque también es lógico, y ahora explico por qué. Aquí, además también se llama Mostayal, Mostachal, Mostallal. Y es que un grupo de mostajos sería un mostajar, aquí mostayal. Si tenemos en cuenta la galleguización que presenta la lengua en esta zona debido a su proximidad con la provincia de Lugo, una mezcla entre mostayal y mustellar sería mostallar. Así llegaríamos a Mostallar que es lo que pone en los mapas. Aunque por otro lado ese topónimo también pudo surgir de lo que entendió el topógrafo, y no lo que le dijeron en realidad, al preguntar en el pueblo el nombre de la montaña.
Desde la braña tendremos una subida hasta la Mallada del Mostallar, o Golada do Porto como se conoce más en el otro lado, donde pisaremos tierras lucenses. El camino hasta aquí no presenta dificultad, está limpio (desde Burbia) y también marcado con hitos, algo poco frecuente por estas montañas.
Desde la mallada del Mostallar toca subir la larga ladera hasta el pico. Se comenzarán a ver las montañas de la zona: Penalonga, Cuiña y Campanario por el norte:
Todas son montañas pequeñas, ninguna supera los 2.000 m. de altitud, por lo que para muchos son montañas sin atractivo. Error. El paisaje es soberbio, la sensaciones que transmite Ancares de ser algo salvaje a la largo del tiempo lo transmiten pocas zonas. La diversidad de fauna y flora sorprendente.
Una vez en la cima tenemos buenas vistas. Lo primero que vemos es la grandeza de los valles de Burbia. Intuimos el valle por el que hemos subido, y vemos el valle de Vilouso que será por el que bajaremos. Allá, al fondo, tras la unión de ambos valles, está Burbia.
Valles de Burbia desde el Mostallar. A la izquierda el valle de la Grandela. A la derecha el de Vilouso
Ahora con vista más amplias hacia el norte se aprecia Miravalles, Botete y las montañas de la olvidada Fornela.
Nos hacemos la foto de cima. Ojolince lleva un mando a distancia bien chulo que permite hacer fotos como ésta sin programar el temporizador de la cámara. Ahí le tenéis al tío apretando el mando.
Hasta aquí, la subida al Mostallar, que es la parte dura del día. Desde aquí solo queda seguir la suave línea de montañas en busca primero del pico Lagos (1.867 m.), después del pico Charcas (1.849 m.) y por último del Cuerno Maldito (1.859 m.). Por último se baja Cuerno Maldito para llegar a los Lagos de Vilouso.
No nos olvidemos del bonito lado lucense. Las praderías de la Veiga Cimeira son hermosas, hay una pequeña zona lacustre donde ganado y rebecos comparten agua. Más allá destaca el bosque en las faldas del pico Agulleiro (1.684 m.)
Hacia Piornedo desde el Mostallar por el valle de Veiga Cimeira. De frente al Pico do Agulleiro (1.684 m.). A la derecha la Cabaña del Pastor o del Extremeño.
Bordeamos por la derecha la peña en la cuerda que hay tras el Mostallar y coronamos el pico Lagos, casi una anécdota tras el Mostallar. Desde allí se tiene vista a los lagos de Vilouso y al hermoso pico de Campo Longo y al paraje que tiene a sus pies.
Ahora hay que perder algo de altura para después acometer Cuerno Maldito y Charcas en dos cómodas subidas.
Desde el Cuerno Maldito se tiene vista privilegiada hacia los lagos la mole del Mostallar.
Desde el pico Charcas las vistas son casi las mismas a las del Cuerno Maldito debido a su proximidad. Hacia el sur destaca el hermoso valle de Porcarizas con el bosque de las Suastallas.
Al oeste, otro valle de esos para tomar nota. En tierras lucenses: el valle de Ortigal donde vemos uno de los mayores bosques de la zona que no he tenido el placer de conocer por dentro.
Desde el Cuerno Maldito bajamos hacia los lagos de Vilouso. Son dos, no son muy grandes, pero son bonitos. Yo no soy objetivo pues es uno de mis parajes preferidos de todo Ancares. Están situados en la cabecera del valle de Vilouso. Si me pregunto de dónde procede dicho nombre siempre llego a la misma conclusión: es el valle donde «vi al oso». Quién sabe si de ahí deriva este topónimo.
Para cualquier amante de la fotografía es un lugar ideal para la práctica de la misma. Si no hay viento las aguas tranquilas reflejarán al Mostallar.
Últimamente hay más vegetación en los lagos. A mí me gustan más sin ella.
Tras comer en los lagos emprendemos camino de regreso. Lo haremos por el valle de Vilouso, pasando primero por el Acebalín, luego la Braña del Muro y el Teixeidal. Desde aquí hasta abajo la presencia de fuentes será una constante. Si es buen año o buena época y por todas mana el agua nos sobrará la cantimplora. En los primeros metros, y antes de llegar al refugio del Acebalín tendremos una bajada en la que nos rodean algunos abedules y matorrales. Pero lo que más destaca es la cantidad de gencianas que hay. Ahora están todas en flor por lo que el espectáculo es bien bonito.
Tras el acebalín comienza el bosque donde se observan ejemplares muy grandes de roble, acebo y abedul entre otros. El bosque dará tregua brevemente al llegar a la braña del Muro. Desde aquí hay buenas vistas. Estamos bajo el pico de Campo Longo.
Tras la braña del Muro llega el tramo de bosque más atractivo del día: el teixeidal. Habrá grandes ejemplares de roble, arce, acebo, tejo, etc. junto con otros más jóvenes. Es una maravilla. No hay foto, el día de sol provocaba muchas luces y sombras en el mismo, de tal manera que una foto digna se hacía imposible. Así que hay que ir a verlo.
Tras un cruce del río entramos en una zona donde el camino es más ancho, y donde el bosque ya no puede disfrutarse como antes. No obstante sigue siendo bonito.
El último punto destacable del día es el Pozón. Es un salto de agua que cae sobre un pozo que ha horadado el agua a lo largo de los años. Merece la pena bajar a verlo. Está indicado con un cartel.
Respeta cada cosa por donde pases. Que todo quede igual que antes de tu llegada