Nos vamos a ruta al Ibón de Plan o Basa de la Mora. Tendremos que llegar a Saravillo, un pueblo enclavado en el espectacular valle de Chistau (Huesca). Estamos en Pirineos.
Saravillo – Pista de Saravillo – Mirador – Abetos – Refugio de Lavasar (comenzar a caminar) – Basa de la Mora o Ibón de Plan – Refugio de Lavasar (fin de la caminata) – Saravillo
Una vez que hayamos llegado a Saravillo hay que dirigirse al final del pueblo. Allí comienza una pista que tendremos que tomar para subir hasta el Refugio de Lavasar. La ubicación del inicio de dicha pista puede verse aquí. Será necesario sacar un ticket de la maquina expendedora que hay al inicio de la pista. El precio es de cinco euros por vehículo dando acceso para todo el día. Se supone que el dinero se destina a la mejora de la pista pero la pista está en bastante mal estado a agosto de 2023.
Cuando llevemos unos pocos metros recorridos por la pista, pero ya hayamos alcanzo cierta altura después de un par de «zetas» de la pista, merecerá la pena parar para contemplar Saravillo, el valle de Chistau y esa gran peña llamada en los mapas la peña de Artiés. La posición de dicho mirador está aquí.
Una vista general.
Saravillo con su otoño.
Más adelante veremos el desvío para un segundo mirador. Dicho mirador tiene nombre, sin embargo, no lo recuerdo. Es precioso y merece mucho la pena desviarse. Además, tampoco recuerdo la posición exacta. Pero hay cartel indicativo que nos señala una pista que sale a la izquierda.
Desde el mirador tendremos otra vista de la peña Artiés y el valle de Chistau.
Tras varios kilómetros veremos un cartel para visitar abetos centenarios. El camino es bonito y según para quién puede merecer la pena. La posición exacta del inicio de dicho camino puede consultarse aquí. A mí este camino me recordó a los bosques de Oregón y California. Me encantó.
El camino para visitar dichos abetos, comienza ancho, pero enseguida se pierde.
Al final de la pista hay buen sitio para aparcar. Si vas a primera hora tendrás menos problemas de sitio. Podéis consultar la posición exacta en Google Maps AQUÍ.
Distancia | 5,56 kms (ida y vuelta) |
Desnivel | 68 metros |
Dificultad | Baja |
Punto más bajo | 1.873 metros |
Punto más alto | 1.932 metros |
Fechas toma de fotos | 02-11-2019 |
Como veis se trata de una ruta muy sencilla apta para casi toda la familia que no presenta dificultad, pero no olvides que lo que a mí me parece fácil a ti puede parecerte difícil. Quizás los más pequeños puedan cansarse mucho.
Detrás del refugio sale un camino que nos llevará sin error hasta el Ibón de Plan.
Caminamos por un paisaje que nos recuerda a las Montañas Rocosas de Canadá.
Después de atravesar esta bonita pradera ya veremos el Ibón de Plan o Basa de la Mora.
Y llegamos, el telón de fondo deja con la boca abierta.
Según llegamos comenzó a diluviar. Pero también tiene su punto bonito. Mirad el siguiente vídeo:
Tras la tormenta llegó la calma. Aunque no nos dejó contemplar a placer el ibón pues se metió la niebla en momento proporcionando momentos muy singulares a la par de bonitos.
Tan pronto como vino, se fue.
Una vuelta al ibón nos proporcionará otra visión del mismo. Merece la pena hacerla pues cada rincón por el que se pasa es muy bello y fotogénico.
Como tantos otros lagos a lo largo de la Península Ibérica también tiene una leyenda. La mayoría de estas leyendas versan sobre un ser que habita sus aguas, a veces es malo y otras bueno. En este caso se habla de una mora. Cuenta la leyenda que la mora se aparece y baila sobre las aguas para aquellos que tengan alma pura que se laven su cara en el lago el día de la noche de San Juan. Tenéis que tener en cuenta, a pesar de lo que podáis leer por ahí, que cuando se habla de mora no se refiere de forma peyorativa a una habitante del Magreb. Se refiere a un ser de la mitología ibérica, cuyo origen procede del norte de España pero que se extendió a toda ella. Eran habitantes primitivos que ya han desaparecido que vivían en cuevas y que eran de raza diferente a los que vivían arriba. Podéis encontrar información muy interesante aquí.
En mi opinón, y sin pretender romper la magia, después de haber oído muchas leyendas en lagos y lagunas, creo que éstas nacen con el objetivo de tratar de que los más jóvenes no se bañen pues puede resultar peligroso. De paso, para meter miedo a los más jóvenes se echa mano de esos moros. A mí, de pequeño, en un pueblo de Segovia, me decían que en el pozo había una mora para que no me asomara a él.
Si queréis hacerla desde abajo, algo que sin duda merecerá mucho la pena, podéis consultar estas opciones:
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Respeta cada cosa por donde pases. Que todo quede igual que antes de tu llegada.