Vamos hasta Teixeira (León). Pueblo remoto y escondido en Ancares que forma parte de la comarca de la Somoza Berciana y pertenece al Bierzo. En él encontraremos paisajes asombrosos y además una serie de fuentes medicinales que durante muchos años han atraído a cientos de personas con la esperanza de encontrar cura a su enfermedad. No es de extrañar que se curaran pues un paseo por estos parajes bien sirve de cura a muchos males.
Tejeira – Valle de Tejeira – Fuente de Pedra Cabalar – Bosque de Pedra Cabalar – Tejeira
Distancia | 7,40 kms. |
Desnivel | 360 metros |
Dificultad | Media-baja |
Punto más bajo | 991 metros |
Punto más alto | 1.344 metros |
La ruta es de poca distancia y desnivel. Esto hace que pueda resultar asequible para la mayor parte de la gente. No por ello debemos olvidar las precauciones que se tienen que tomar ante cualquier incursión en la montaña
Poca pérdida tiene encontrar aparcamiento puesto que solo hay un lugar donde aparcaremos con facilidad. Está junto a la iglesia. Según vayamos por la calle principal de Tejeira que es por la que entramos lo veremos.
Seguiremos por la misma calle que hemos entrado con el coche hasta el final. La carretera perderá el asfalto y comenzaremos a disfrutar del maravilloso valle de Tejeira.
El Valle de Tejeira es un lugar maravilloso en cualquier época del año. Será la primavera y el otoño cuando ofrezcan su lado más espectacular al caminante.
Seguiremos el camino hasta que encontremos una pista. Hasta la pista transitaremos en torno a los prados de Teixeira, verdes y repletos de flores durante la primavera. Es un espectáculo tal que las fotos no llegan a transmitir lo que allí se ve. Una colosal explosión primaveral.
El camino, en ascenso, nos saca a la pista que une Porcarizas con Cantejeira y que se utilizo como trazado para la malograda senda de la Mirada Circular. Cuando lleguemos a dicha pisa hay que ir a la izquierda. La pista nos mostrará a placer el valle de Tejeira. Podremos ver el camino por el que hemos subido y también fijarnos bien en el camino de bajada.
La pista recorre la falda de la montaña. Cuando se junte con el río que baja de Pedra Cabalar habrá una camino que sale a nuestra derecha que sube en zigzag hasta el paraje. Es por ahí por donde habrá que meterse para acceder a la Fuente de Pedra Cabalar.
Hasta aquí llevamos 4 kms y hemos superado 360 metros de desnivel. En el paraje de Pedra Cabalar lo que hay es una fuente con cinco caños. Cada caño sirve de remedio contra alguno de los males que figuran en las placas que las distinguen.
En el paraje están realmente los manaderos, pero no están accesibles a día de hoy y si no se sabe bien su ubicación nos resultará difícil dar con ellos. Tenemos un resumen de las mismas en la fuente de los 5 caños que hay. Así tenemos:
Además también hay unas mesas para comer y un refugio. El lugar está muy bien acondicionado.
Tras la fuente toca regresar hasta la pista principal. Una vez hayamos bajado a la misma la seguiremos durante unos doscientos metros en el mismo sentido al que hemos venido por dicha pista. Es decir, en dirección Cantejeira. En definitiva, tomamos la pista pero no de vuelta por donde hemos venido, sino que la continuamos. Nos iremos fijando en el lado izquierdo de la pista hasta que veamos un pequeño sendero. A lo mejor está marcado con un hito de piedras. A fecha de publicación de esta entrada lo está.
Nos internaremos en una pequeña porción de uno de los mejores bosques atlánticos de los que han conocido los que hacen esta página. La diversidad biológica es mayúscula. Es un bosque que parece salido de un cuento. Algo a conservar de por vida.
El camino de descenso no será todo lo placentero que ha sido el ascenso, puede ser difícil pisar, e incluso no perder la senda. Para los menos aventureros recomendamos regresar desde la fuente por el mismo camino de la ida. Y para los que decidan bajar por aquí solo les pedimos una cosa, ni dejes ni te lleves nada. Es un santuario biológico.
Tras rebasar el tramo de bosque nos metemos de nuevo en la vega de Teixeira donde sus verdes prados nos acompañarán hasta el pueblo. De fácil caminar será el punto final perfecto para rematar una fácil ruta. En plena primavera (que aquí es en junio) será algo que nadie debería dejar de hacer.
Y por último, añadir que una visita a Teixeira hará que podamos disfrutar de algunos rincones que todavía conservan algo de arquitectura tradicional. No son muchos, pero seguro que vemos alguno que nos gusta.
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Respeta cada cosa por donde pases. Que todo quede igual que antes de tu llegada.