Nos vamos a la Cascada del Xiblu, en la comarca de Teverga (Asturias) y dentro del Parque de las Ubiñas y la Mesa. Recorreremos uno de los tantos paraísos asturianos para llegar hasta la maravillosa cascada del Xiblu. Aquí te lo contamos todo: itinerario, track, mapa y consejos.
Aparcamiento – Hayedo de Montegrande – Cascada del Xiblu
Distancia | 9,30 kms. |
Desnivel | 246 metros |
Dificultad | Media-Baja |
Punto más bajo | 1.109 metros |
Punto más alto | 1.243 metros |
Se trata de una ruta muy suave. Apta para toda la familia. Las fotos que verás son de varias visitas. Uno de los días que visitamos la Cascada del Xiblu fuimos con una niña de 5 años acostumbrada a caminar.
Tenemos que ir a la vertiente asturiana del Puerto Ventana. Al inicio de la ruta hay un aparcamiento al lado de la carretera (AS-226). El aparcamiento está entre la cima del puerto y el pueblo de Páramo. En la lado derecho si subimos el puerto, o en el izquierdo si lo bajamos. Si vas en fin de semana y en «temporada alta» (aquí es el otoño) a lo mejor tienes problemas para aparcar. Así que madruga, que ya verás como te pasa nada.
Allí mismo, en el aparcamiento, tomaremos el único camino que sale. No tiene pérdida. A partir de ahí está todo indicado. Ya desde la salida podremos deleitarnos con paisajes como éstos:
La Braña de la Puerca ofrece unas estampas muy bonitas.
Otoño infinito hacia el Puerto Ventana.
En los primeros metros, la ruta está preparada para personas de movilidad reducida.
La cascada del Xiblu no es la única protagonista de la ruta. También lo es todo el camino hasta llegar a ella.
Los paisajes teverganos son maravillosos.
El hayedo de Montegrande ofrece tranquilidad y belleza por igual. Será maravilloso pasear por dentro de él. Solo hay que dejarse llevar. No solo en otoño es bonito.
El camino, como ya hemos dicho antes, está indicado todo el tiempo, así que no tiene pérdida. Será un placentero paseo prácticamente llano.
No es más que un hermoso puente en el camino y no merecería comentario aparte.
Pero queremos hablar de él porque es tan bonito como peligroso cuando está mojado, sobre todo en otoño. Es decir, cuando más visitantes recibe este lugar. Cuando hay mucha humedad, algo bastante frecuente, el puente es muy resbaladizo. No hay que fiarse de su aparente facilidad para cruzarlo. Resbala mucho.
A partir del puente la pista se transforma en senda. Se ha adaptado con escalones en los pasos más delicados haciéndolo accesible para la mayor parte de personas. Tendremos que superar 100 metros de desnivel en 1 kilómetro. Algo muy sencillo para el que esté acostumbrado a hacer senderismo.
Y llegamos al final del camino de ida.
La cascada es bastante grande. Mucho más de lo que las fotos transmiten.
La cascada consta de tres tramos, e incluso podríamos decir que más. El superior es el que más llama la atención. Y sobre todo es el que más se deja ver tras la vegetación.
Si se va sin vegetación podremos contemplar la cascada del Xiblu por completo. La prueba aquí.
Y desde arriba, haciendo mucho el cabra y pegándose con el matorral, se ve así:
Tenemos que volver por el mismo camino por el que hemos venido. No hay problema, es precioso.
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Respeta cada cosa por donde pases. Que todo quede igual que antes de tu llegada.