Volvemos a los Ancares. Subimos al Pico Peñarrubia (1.822 m.) desde Tejeira. Peñarrubia se considera el último pico de la Cordillera Cantábrica por el lado occidental. A pesar de su escasa altitud es una montaña atractiva con paredes verticales que otras más altas no tienen.
De izquierda a derecha: Valle de Pedra Cabalar y Valle de Cales, detrás Os Penedois ( (1.776 m.) y Peñarrubia (1.822 m.)
Recorrimos los inicios del hermoso Valle de Tejeira. Ubicado en una pequeña comarca llamada La Merindad de la Somoza situada en el curso del río Burbia entre Burbia y Villafranca del Bierzo, concretamente hasta Pobladura de Somoza. Al formar parte de la Reserva de Caza de Ancares y estar incluida en la Reserva de la Biosfera de Ancares se suele denominar o incluir a esta zona dentro de la denominación genérica de Ancares que cada día es más amplia puesto que muchos municipios se apuntan al amparo de esta marca o los apuntan sin quererlo los propios apuntados.
Es una zona relativamente desconocida en la Reserva puesto que los que patean la zona se inclinan más por otras a priori más atractivas. Esta zona no tiene nada que envidiar a estas otras. Pero como no se pongan soluciones acabará siendo una gran desconocida. Hay varios refugios bien adecentados en la zona que apriori la hacen atractiva al montañero que quiera pernoctar en uno de ellos, pero el acceso desde los refugios hasta las cuerdas de la montaña está realmente complicado desde todos. El matorral, de varios metros de altura, lo invade todo tapando caminos que hasta no hace muchos años estaban limpios de maleza. Es por ello que una limpieza de los mismos ayudaría a que la zona recibiera más visitantes. Si alguien que tenga competencias en eso, por un casual lo lee, que actúe.
Tejeira – Valle de Cales – Refugio de Cales – Laguna de Cales – Penas da Verdía -Peñarrubia – Golada de Brana Nova – Pozo do Pau – Fuentes de Pedra Cabalar – Tejeira
De izquierda a derecha: Peña Rubia (1.822 m.), Peñas da Verdía (1.762 m.) y Calangros de Brego (1.664 m.). Delante el Monte de Cales (1.591 m.) y el refugio de Cales
Es una ruta que puede no ser apta para todos. Más que por el desnivel por los tramos de matorral que hay en ocasiones.
Distancia | 16,29 kms |
Desnivel | 1.030 metros |
Dificultad | Media-alta |
Punto más bajo | 934 metros |
Punto más alto | 1.820 metros |
Recomendamos dejar el coche a la entrada del pueblo sin meternos en las calles. Hay poco espacio. Así que lo debemos dejar bien arrimado para no molestar al que pueda pasar.
En un buen rato, aproximadamente en una hora y media (son 4 kms. y medio), pues nos entretuvimos a observar a más de un mamífero, se llega al Refugio de Cales. Muy bien acondicionado. Con dos estancias independientes. En una de ellas me llamó la atención su antigua «cocina bilbaína».
Desde aquí sube una senda evidente hacia la laguna de Cales que a medida que ascendemos debemos pasar a intuirla.
Rebeco en las estribaciones de los Calangros de Brego (1.664 m.) Detrás el quemado Monte de la Fiosa (1.531 m.)
La pequeña laguna de Cales es uno de esos rincones escondidos que merece la pena visitar. Ahora, su capa de hielo impide que el pico Peñarrubia en ella se refleje.
Desde aquí hasta alcanzar la cuerda supuso una rato largo de lucha contra urces y escobas.
Alcanzamos la cuerda donde vemos el hermoso Peñarrubia. Antes de él hay que pasar por las Penas de la Verdía, poco perceptibles en la foto. Debido al frío y a la sequía imperante en aquellos momentos la hierba estaba seca y el suelo completamente cubierto por el hielo en algunos tramos.
Los «gigantes de la zona» aparecen por primera vez. Allá a lo lejos se divisa Mostallar y algo más allá Cuiña.
El fuerte y frío viento nos obliga a abrigarnos y a apretar la marcha. Caminamos por la frontera entre la provincia de León y la de Lugo. En el lado lucense los Ancares pierden su altura pero antes de ello nos ofrecen paisajes tan bonitos como el del lago Forrón y la zona de Brego.
El hielo cada vez está más presente. Nos retrasa la marcha. Hay que tener precaución en cada paso. Sobre todo en los últimos metros de trepada hacia la cumbre.
Tras habernos puesto en marcha alrededor de las 8 de la mañana alcanzamos la cima sobre las 11:30. Mucho tiempo para lo que es el camino. En una hora menos debería hacerse. Las urces fueron un impedimento importante para conseguirlo.
Bajamos por el otro lado, dirección sur, hacia la pista que bordea el Monte Os Penedois. Queremos estar antes de comer en Tejeira.
La nieve, endurecida por el hielo, nos acompaña bajo nuestros pies durante este tramo. Si nos damos la vuelta vemos otra imagen, menos conocida de Peñarrubia.
Según llegamos al paraje O Outeiro, descendemos hacia el Pozo de Pau (el prado que se ve en la foto siguiente) escoltado por Os Penedois y por el Monte de Pedra Cabalar. Y es que esto es Pedra Cabalar (o caballar) y no Pena Cabalar como llaman muchos. Hay escritos muy antiguos que hablan de Petram Caballar. Es decir, el topónimo hace referencia a «piedra», no a «peña».
En pocos metros se pierde mucha altura. El camino, que ahora es evidente, nos deja en el silencioso paraje de Pozo de Pau. Es uno de los circos glaciares más grandes y bonitos de Ancares.
De aquí al refugio la cosa es donde se puso más complicada. El camino completamente bajo el hielo hace que vayamos con sumo cuidado que a veces no es suficiente. La imagen de la siguiente foto es uno de los «mejores» tramos. El resto estaba totalmente oculto por las escobas.
Tras un largo rato, que nos retrasa mucho sobre el peor horario previsto, llegamos a las Fuentes de Pedra Cabalar. Es uno de los parajes más bonitos de la zona que durante el invierno queda algo deslucido.
Éste es uno de los lugares que más me gusta de la zona. Hay un buen refugio, abundante vegetación y peñas verticales. Si os fijáis en la foto anterior, puede verse el robledal de la parte de la izquierda completamente calcinado. Por suerte, el lado de la derecha, que cuenta con un buen número de grandes tejos, no sufrió los mismos daños.
Algo antes de las 3 de la tarde llegamos a Tejeira atravesando los prados entre Pedra Cabalar y Tejeira. El pueblo que podría ser muy bonito. Conserva algunos hórreos, casas de piedra y techados vegetales, pero en mal estado.
Antes irnos echamos una última mirada a Tejeira, donde vemos parte del Monte de os Penedois quemado.
Y hasta aquí hemos llegado. Una ruta que puede hacerse en una mañana si madrugamos, aunque si alguien se anima a ello podría ser recomendable llevar bocadillo y comer en algunos de los refugios dependiendo del sentido que se tomara para hacer el itinerario. En total son 16 kilómetros a través de unos hermosos paisajes que con la primavera se vestirán de color.
De Tejeira (1.008 m.) a Peñarrubia (1.822 m.) hay un desnivel de 1.030 m. que se suben en 6,5 kilómetros.
Ambas con mejores fotos que en esta página:
Si tienes una página con esta ruta y quieres que aparezca aquí ponte en contacto con nosotros.
Respeta cada cosa por donde pases. Que todo quede igual que antes de tu llegada.